Una experiencia totalmente recomendable.
Lo he hecho con mi pareja, y nos ha encantado.
Desde que entras en la sala hasta que sales lo disfrutas, la música te transporta al mismísimo Egipto, te reciben con un delicioso té y bombones, empiezas por un baño de pies muy placentero y continua el ritual con la agradable voz de la masajista y el sonido de un cuento tibetano que te hace desconectar del mundo, el agradable aroma de los aceites te conectan con recuerdos y sensaciones de una manera increíble, y el masaje te envuelve en un placentero relax, conectando con tus sentidos, tus emociones y sintiendo un bienestar absoluto.
Sin duda alguna es una experiencia que vale la pena.
Mil gracias por vuestro excelente trato, como siempre es un placer vuestra agradable compañía y sentir que estás en tan buenas manos.